Un modelo que impacta positivamente la gestión sostenible y el sector económico
Una botella de nuestros productos retorna entre 8 y 10 veces a nuestra planta.
El compromiso por un mejor mañana que se construye día a día con acciones más responsables domina el sector productivo en todas sus vertientes. La premisa supone una transformación del modelo económico lineal por uno circular, con el que se busca extender tanto como sea posible la vida útil de los productos, reduciendo así la extracción y explotación de recursos naturales.
A través de los años, con el aumento de la población, la cadena de consumo basada en el modelo tradicional ha tenido consecuencias negativas para el medio ambiente; el uso desmedido de los recursos deviene en una relación directa y proporcional entre el incremento de la demanda, el encarecimiento de las materias primas, la escasez de estas y la cantidad de desechos o residuos resultantes cuyo volumen dificulta su manejo.
Se trata de un desafío que requiere empeño y convenios, pero no es imposible. En un acto de compromiso para hacer frente a este reto, poco a poco, instituciones y sociedades en todo el mundo siguen dando importantes pasos hacia alternativas sostenibles que, además del impacto positivo, va acompañado de innovación tecnológica, ahorro, mayor rentabilidad, generación de empleos y aumento de valor en el mercado.
En la búsqueda de mejores soluciones al tema República Dominicana no se queda atrás. En el informe “Hoja de Ruta, Producción y Consumo Sostenibles”, publicada en 2020 por el Ministerio de Economía, Planificación y Desarrollo (Miepyd), una de las líneas de acción estimadas como prioritarias es la gestión de residuos sólidos.
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